
Desde nuestra clínica dental en El Pilar queremos explicarte los tres problemas más frecuentes para la boca, y las formas de prevenirlos o solucionarlos. ¡Sigue leyendo!
La sensibilidad dental es uno de los problemas dentales más desagradables para quien la sufre. Y, si el verano puede hacerse complicado con los helados y granizados, en invierno es mucho peor: las bebidas necesariamente calientes resultan inevitablemente dolorosas, pero es que el simple hecho de andar por la calle, recibiendo de cara el viento frío del invierno, ya puede provocarte ese dolor.
Algunos consejos para luchar contra la sensibilidad dental:
- En la calle, respira por la nariz en la medida de la posible, o al menos al inhalar. El aire que pasa por las fosas nasales se calienta, y llega a directo a la garganta sin tocar los dientes. Al respirar por la boca, que está a nuestra temperatura corporal, el choque del aire frío con los dientes provoca las molestias.
- Las pastas de dientes contra la sensibilidad dental pueden ayudarte a rebajar las sensaciones desagradables.
- Introduce en tu dieta aquellos alimentos que fortalecen los dientes:
- Naranja y manzana proporcionan vitaminas, pero además estimulan la producción de saliva, que protege la dentadura.
- Los lácteos como la leche, el queso o los yogures contienen tanto calcio como fosfatos, que neutralizan los ácidos que dañan el esmalte, y reponen el material ya dañado.
Por otro lado, con la llegada de la Navidad, relajamos la meticulosidad de la higiene dental y además comemos durante muchos días productos que son potencialmente perjudiciales para nuestra salud bucodental. Por eso, es frecuente que, tras el periodo navideño, acudan a nosotros bastantes pacientes con caries ocultas que justo ahora, con el plus del turrón, han acabado llegando a la raíz y provocando dolor. Igualmente, aumenta el riesgo de padecer gingivitis o periodontitis.
Prevenir estos problemas pasaría por renunciar a cosas casi irrenunciables en Navidades, por lo que el mejor consejo es ser extremadamente cuidadoso con la higiene dental después de cada comida. No esperes más de media hora en cepillarte los dientes, ¡no les des tiempo a las bacterias a alimentarse y crecer! Y recuerda que el hilo dental y el colutorio son los dos compañeros inseparables del cepillado, que acabaran con hasta el último resto de comida.
Y, por supuesto, si este invierno está dando muchos problemas de sensibilidad dental u otro tipo, no sufras ni un segundo más de lo necesario y pide cita con nosotros.